De sorprendente y vivaz color rojo rubí, este especial carmenère es a la vez intenso y sorpresivo. Su paleta aromática es muy distinta a la que suelen mostrar los vinos de esta variedad. Todo viene del especial terroir en la pedregosa ladera donde se cultivan sus parras. Su bouquet se completa con ricos y afrutados aromas de cereza ácida y arándanos, suaves notas de hierbas y especias, además de un fondo de grafito.
En boca se siente jugoso y vivo, muy frutal y con una suave nota de sangre. De estructura media y profunda, la textura única de sus taninos hace que este vino sea a la vez fresco y elegante, que muestra toda su personalidad a medida que se degusta.
93 pts
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